DIAMANTINO GARCÍA ACOSTA
Al Cura de los Corrales
por entregarce a la misma cruz
del pueblo.
A donde te encuentras
Junco de los Ríos caudalosos
Y resueltos,
Hermano del grito sublevado
Y el silencio,
Corriente de aguas cristalinas
Esquilmo de los verdes olivares
Blancura del almendro.
Que nadie levante tu cáliz
Que nadie resuelva tu vino
Que nunca tuvo más templo
Que la sombra del olivo
Tan solo la pena lo sabe
Los que marchaban contigo
A las cepas extranjeras
De los viñedos cautivos
Ríos de hombres caminaban
Buscando mejor destino
Ante una tierra fértil,
Porque no le dan alivio
Llorando por las manos del brasero
Están los campos yertos
En los caminos cantan a tu encuentro
Los zorzales, estorninos, y mochuelos,
Siguen abriendo caminos
Sembrando esperanza en campos de trigos
Cardos, Espárragos, Garanchas,
Tagarninas, Espinos,
Arrasan sus bocas amargo destino.
Juan Santos M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario